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Natalia Velarde: Muy bien, empecemos. Cuéntame un poco sobre ti, ¿cuál es tu formación?
Nadia Adame: Vengo de España. De niña estudié Ballet Clásico y Flamenco en el Real Conservatorio Superior de Danza y Arte Dramático de Madrid. A los 14 años, tuve un accidente automovilístico que me dejó con una lesión en la médula espinal. El médico me dijo: “Ya no puedes hacer esto. Ya no puedes bailar. Debes encontrar otra carrera”. Pero yo pensé, esto es lo que amo hacer, ¿por qué necesito encontrar otra cosa?
Decidí crear mi propio espectáculo. ¡Sí! Todo un espectáculo a los 18 años. La mayoría de los artistas eran bailarines sin discapacidad, gente que conocía del conservatorio. Fue entonces cuando comencé a coreografiar y producir mi propio trabajo. Hicimos una gira por toda España. Pero España es uno de esos lugares donde todavía ciertas cosas tienen que avanzar y más aún cuando yo era joven. Como una joven con discapacidad, no tenía a dónde ir para seguir estudiando danza. Sentí que no podría crecer, no había un modelo a seguir para alguien como yo.
NV: ¿Fue entonces que viniste a los Estados Unidos?
NA: Sí, vine a los Estados Unidos para estudiar y mejorar mi inglés. Sin embargo, mi objetivo principal era obtener una licenciatura en danza, pero el departamento de danza de la Universidad de Colorado me rechazó debido a mi discapacidad. Apliqué para el departamento de teatro y me aceptaron.
Fue una experiencia muy buena, pude sumergirme en el mundo del teatro durante 4 años. Me dio la oportunidad de aprender mucho sobre actuación, interpretación y muchos aspectos técnicos. Pero también sentí que fue una oportunidad perdida porque no podía dedicarme a la danza a tiempo completo. Algunos profesores me permitieron entrar a sus cursos, así que pude bailar un poco.
Después de graduarme, contacté a unas veinte compañías de danza porque eso era lo que realmente quería hacer. De todas esas compañías, solo una respondió, Axis Dance Company. Judith Smith, directora artística de Axis en ese momento, respondió preguntándome si podía ir a Oakland y audicionar para ellos.
NV: ¡Ja!
NA: Y así fue como empecé a bailar para Axis. Para mi fue increíble ver a personas en sillas de ruedas actuando en el escenario. ¡Gente como yo! Tuve la oportunidad de trabajar con destacados coreógrafos como Stephen Petronio, Bill T. Jones y Sonya Delwaide. Mi mundo se abrió, el sueño que había soñado se hizo realidad. Fue una gran experiencia.
Después volví a España por cosas de familia. Mi abuelo estaba muy enfermo y quería pasar sus últimos meses de vida con él. Así que mi pareja, que es director de teatro, y yo regresamos y empezamos una compañía allí. Queríamos dar a conocer esta idea de integración; artistas con y sin discapacidades juntos en el escenario. Hicimos tanto teatro como danza. Dirigimos esta compañía durante 10 años, pero llevar a cabo nuestros planes en España fue duro.
NV: ¿Cuáles fueron algunos de los desafíos que encontraste al dirigir una compañía de danza integrada en España?
NA: Encontrar financiación fue difícil, buscamos subvenciones del gobierno, porque allí el papel de las fundaciones es muy diferente, pero no se dio. En términos generales, el dinero proviene del gobierno, lo cual es excelente, pero a veces resulta problemático.
NV: ¿Qué quieres decir?
NA: Bueno, debido a mi discapacidad me dijeron que solicitara Servicios Sociales y que no buscará fondos asignados para actividades artísticas. Y pensé: “No, yo no hago servicios sociales. No puedes referirte a mí como terapeuta, yo no estudié terapia, no tengo su conocimiento ni su capacitación. Yo soy una artista.” Siempre encontramos muchas puertas cerradas y en ese momento no pudimos abrirlas, pero creo que ahora las cosas están cambiando, al menos eso es lo que escucho. ¡Esa es mi historia!
NV: Como creadora de danza/arte, ¿cuál es tu propósito? ¿Qué esperas que tu trabajo comunique?
NA: Una historia. Puede que sea mi experiencia en el teatro, pero me encanta contar historias, especialmente a través del movimiento. A veces estas historias son abstractas o no necesariamente lineales, pero eso es lo que quiero transmitir al público. Cuando hablo con los bailarines les pido traer todas sus experiencias personales a los ensayos. Yo no tengo no necesito estar al tanto de sus vivencias, pero como artistas nuestras experiencias sacan a la luz sentimientos que creo que son parte esencial del proceso creativo.
NV: Mantenerse abierto y vulnerable.
NA: Sí, quiero que pongan todo eso en el movimiento que he creado, que lo adapten y lo interpreten con el cuerpo, que manipulen mi movimiento a través de sus experiencias personales. Siempre pido a mis bailarines que escriban en un diario para que cuenten con un registro de sus impresiones a medida que desarrollamos una nueva coreografía. Mi objetivo es que trabajemos juntos.
NV: Si, colaborar es muy satisfactorio.
NA: Me encanta colaborar. Me gusta mucho hablar con personas distintas, invitarlos a mi mundo, llevarlos de viaje y que ellos hagan lo mismo conmigo. Al recorrer este camino juntos, tenemos la oportunidad de descubrir cosas nuevas que probablemente necesitan salir a la luz. Amo el proceso creativo.
NV: Te entiendo, a veces es incluso más gratificante que el producto final. Como bailarina fue cuando más aprendí sobre mi arte.
NA: Estoy de acuerdo y, a veces, también es frustrante. Lo que estás tratando de sacar no sale como quieres o como lo imaginabas. Puede haber algo de frustración, pero es hermoso.
NV: ¿Tienes algún proceso o metodología en particular para crear?
NA: Mucha gente me ha preguntado eso, pero yo intento sorprenderme todos los días. Trato de no ser un artista con una fórmula, alguien que no puede desviarse de ella y hace lo mismo todo el tiempo. Me ha pasado, he visto la primera pieza de un coreógrafo y pensé “guau, increíble”. Luego fui a ver su siguiente espectáculo y resultó muy similar al anterior. Después fui al tercer show y todo es igual; el vestuario, el tipo de movimiento, la iluminación, etc. Para algunos este sistema funciona y les viene bien, lo admiro. Sin embargo, yo trato de descubrir cosas nuevas cada vez porque trabajo con gente distinta, tengo nuevas ideas, he contratado a bailarines nuevos y porque busco el desafío de crear diferentes tipos de movimiento.
NV: ¿Qué buscas en un/una bailarín/a?
NA: Oh, buena pregunta y muy difícil. Busco bailarines que estén dispuestos a lanzarse a lo desconocido. Busco a alguien con pasión y si, tener buena técnica siempre ayuda pero no es lo único. Yo me inclinaría más por alguien con mucha presencia aunque no tenga la mejor técnica. Alguien que logre cautivarme y cautivar al público. Un bailarín que cuando esté en el escenario no puedas dejar de mirarlo. Sí, esas son las tres cosas que más busco en un bailarín.
NV: ¿Cuáles son algunos de los conceptos erróneos que tiene la gente sobre la integración de danza y discapacidad?
NA: Muchas veces la gente piensa que parecerá una sesión de terapia de baile o que mi coreografía será muy sencilla. Un bailarín hace este movimiento hacia la derecha y luego el otro hace lo mismo hacia la izquierda. Otro concepto erróneo es que un trabajo como el mío necesita ser inspirador. E inspirador es una de esas palabras que me hacen pensar, ¿te inspiro porque estoy haciendo un trabajo excelente o porque uso un bastón?
Si es porque tengo un bastón entonces no quiero inspirarte. Quiero que mi trabajo sea gratificante y estimulante artísticamente, que valga por mérito propio y que haga pensar al público. Además, uno no está obligado a gustar de lo hago solo porque presentó artistas con diferentes habilidades.
NV: ¿Entonces sientes que todavía estás rompiendo barreras?
NA: Sí. Díme, ¿cuántos coreógrafos discapacitados han sido contratados por compañías tradicionales? ¿Cuántos bailarines o actores discapacitados son realmente capaces de encontrar trabajo relevante en su medio? ¿Cuántas compañías de danza están dirigidas por un director discapacitado? Alrededor del mundo, tal vez alguno. Y a medida que superamos los límites, recordemos que es un esfuerzo de equipo. Cada uno de nosotros quiere ser reconocido por lo que hace.
Pero el problema empieza antes, la formación en las artes escénicas es muy limitada para un joven discapacitado. He hablado con muchos programas universitarios de danza que han recibido solicitudes de candidatos discapacitados que fueron rechazados, porque estas instituciones no tienen las herramientas para formar bailarines con diferentes habilidades. Por eso, Axis ha desarrollado un programa para ayudar a los profesores de baile a ser más inclusivos.
NV: ¡Genial! ¿Nos puedes hablar más sobre este programa?
NA: Tenemos un programa de formación para maestros, que siempre es parte de nuestro curso intensivo de verano. Visitamos varias universidades y cuando hablamos con los docentes preguntamos: “¿Qué tipo de lenguaje usas? ¿Es un lenguaje inclusivo?”. Alguien como yo no puede pasar una clase de Ballet tradicional y es por eso no pude obtener mi licenciatura en danza. Sin embargo, yo contaba con siete años de estudio de Ballet Clásico de alto nivel, estudie en un conservatorio, nadie tuvo eso en cuenta.
¿Cómo puede adaptarse una clase de ballet para alguien que viene en silla de ruedas? ¿Cómo puede uno enseñar y al mismo tiempo hacer que una persona discapacitada sienta que pertenece allí? Durante nuestro programa, hablamos mucho sobre la adaptación del lenguaje y la traducción del movimiento. Si no puedo hacer un rond de jambe con la pierna, ¿puedo hacerlo con los brazos? ¿Puedo hacerlo con la cabeza o con el torso? Hablamos de reconocer el objetivo de un ejercicio y traducirlo a otra parte del cuerpo.
Quiero llevar este programa a muchas otras universidades y tal vez después extenderlo a escuelas secundarias. Entonces, si un maestro tiene a alguien con una discapacidad en su salón, sea lo que fuere, ahora sabe que puede adaptar en lugar de excluir.
NV: Entonces, después de vivir por todo el mundo, bailar para Candoco Dance Company en el Reino Unido, fundar tu propia compañía y trabajar en numerosos proyectos independientes, ¿por qué volver a Axis?
NA: Cuando me preguntaron si quería regresar sentí que había completado un círculo. Primero, fue un honor presentar mis ideas y poder hablar con la junta directiva de Axis y luego pasé por el proceso de entrevista. Es aquí donde empecé, donde encontré gente como yo y el apoyo que necesitaba. Es donde siento que puedo cambiar la relación entre la danza y la discapacidad y tal vez pueda cambiar el campo de la Danza. Me siento como en casa.
NV: ¿Hacia dónde esperas llevar a Axis durante tu gestión como directora artística?
NA: Cuando me integré como directora artística, uno de los objetivos más grandes era aumentar el salario de mis bailarines. Recuerdo que como bailarina, siempre fue una lucha porque la paga suele ser baja. Cuando los bailarines llegan al estudio, tienen que ser creativos, tienen que entregar su cuerpo, su cerebro y su alma a este arte. La mayoría de las veces, deben encontrar un segundo trabajo o tienen que dar clases para pagar los altos precios del Área de la Bahía de San Francisco. Entonces, durante del primer mes del 2022, pude aumentarles el salario en un 30%, gracias a Mellon Foundation. Fue algo muy grande para nosotros.
Otra gran ambición mía es llevar nuestro trabajo al extranjero. Tenemos un gran proyecto en Alemania en septiembre y estoy tratando de organizar una gira por España e Italia. Espero solidificar todo esto en enero.
Y finalmente, quiero fortalecer el lazo que Axis tiene con toda la gente que nos apoya, escucharlos y seguir aportando. Ambos directores artísticos anteriores, Judith Smith y Mark Brew, tenían una conexión muy fuerte con nuestra comunidad; quiero continuar y expandir ese legado. Encontrar bailarines discapacitados es muy difícil debido a la falta de oportunidades para formarse en este ámbito. Antes, cuando bailaba con Axis, ofrecíamos muchas clases comunitarias para niños. Eso fue algo enorme para mí. Quiero abrir las puertas a los jóvenes discapacitados y proveer las oportunidades de formación que desean y necesitan; es ahí donde todo comienza.
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Nadia Adame es una artista multidisciplinaria española, discapacitada y galardonada. Estudió Ballet y Flamenco en el Real Conservatorio de Danza de Madrid y obtuvo su Licenciatura en Teatro en la Universidad de Colorado. Fue miembro de la compañía AXIS (2001-2003) y Candoco Dance Company (2007-2008). En 2004 cofundó y fue co-directora artística de la Compañía Y en España, un colectivo multimedia y de performance. Los créditos de Nadia incluyen proyectos de danza, teatro, comerciales y cine independiente en el Reino Unido, España, Estados Unidos y Canadá. En 2022 aceptó la dirección artística de AXIS Dance Company.
Nacida en Bolivia, Natalia Velarde comenzó su educación en danza en Summa – Artis Escuela de Ballet Clásico y Contemporáneo en la ciudad de La Paz. Obtuvo su licenciatura en Danza y Administración de las Artes en Goucher College. Natalia ha bailado con el Washington Ballet, Deep Vision Dance Company y The National Ballet Company, entre otros. Como artista independiente y artista invitada, se ha presentado en Filadelfia, Nueva York, Virginia, La Paz, Londres, Marsella, San Francisco y Los Ángeles. Actualmente se desempeña como miembro de facultad en la Universidad de Pepperdine, Westside School of Ballet y Debbie Allen Dance Academy.
Este artículo apareció en la edición de invierno de 2023 de In Dance.