Photo by Isadora Paz-Taboada
[ID: On a sunny day, four women explore their relationship with water and ropes. One is sitting on a rock and holding the end of the ropes while the other women are standing in the water. They are wearing typical dresses from Lenca culture.]
This article was written in English and Spanish. For the English version, please click here.
Este artículo fue escrito en inglés y español. Para la versión en inglés, haga clic aquí.
*En espanol Savia es el líquido que circula por los vasos de la planta, y Sabia significa sabiduría, queremos enfatizar ambos significados y la relación entre las dos palabras.
**Lengua Lenca cacaopera
¿Qué es lo que soy?
Es la memoria del espacio que existió, dentro y fuera de mi.
¿Qué es ese espacio?
Es la casa de mi abuela, el árbol de yuyubas en el jardín, la capa de células que originó mi corazón, el pecho de mi abuela que me arrulló de niña o mi propio pecho.
La memoria del espacio me mueve, como si fuera una consecuencia de mi deseo de habitar ese espacio otra vez, de expandirse allí, de explorar cada dobles, cada esquina y cada textura.
Quienes somos está ligado esencialmente al espacio en el que crecimos y todas las memorias que tenemos sobre esos espacios. Cuando hablamos del espacio en el que crecimos, incluimos el espacio del vientre materno, la configuración especial del desarrollo embriológico, el movimiento coordinado y preciso de células que origina cada tejido y sistema humano.
Es así que como artistas hondureñas, emprendimos la tarea de explorar el espacio geográfico que habitaron nuestros ancestros indígenas Lencas. Los Lencas son un grupo de origen mesoamericano que ocupa parte del territorio de Honduras y El Salvador. Actualmente, existen alrededor de medio millón de Lencas, quienes conservan su cultura, gastronomía, vestimenta, agricultura, danzas y rituales. El movimiento indigena Lenca es hoy reconocido internacionalmente por sus luchas por la defensa de los ríos y bosques.
En Marzo del 2024 realizamos un encuentro de intercambio de movimiento con mujeres indígenas Lencas en el departamento de La Paz, Honduras. Se reunieron ahi mujeres líderes ambientalistas, productoras y artesanas de ocho comunidades de la zona para intercambiar danza, movimiento y rituales ligados a la naturaleza y a la cultura indigena. Este intercambio es parte de un proyecto performático colaborativo y multidisciplinario liderado por tres artistas hondureñxs: Diana Lara, Isadora Paz-Taboada (artistas del movimiento) y Gabriel Vallecillo Marquez (artista visual). El proyecto se está desarrollando en Honduras y en San Francisco, y es parte de la residencia Edge de Counterpulse, que se estrenará en Junio del 2024.
Tuvimos la fortuna de trabajar en colaboración con la organización Murilpaz, Asociación de Mujeres Referentes Indígenas Lencas de La Paz. El primer día del encuentro, las participantes abrieron el evento realizando la compostura. La Compostura es una de las ceremonias originarias que se configuran como rito-danza y tributo a la madre tierra. Durante siglos, los lencas han interpretado esta ceremonia para marcar los momentos del ciclo de la siembra y la cosecha. En la representación, los participantes montan un altar y recrean una serie de actos y movimientos de consagración para la abundancia anticipando la llegada de la temporada de lluvias. El ritual interpretado a través del lente de la organización Murilpaz se expande mucho más, como comparte su lideresa Donatila: “pedimos que la tierra este distribuida equitativamente, pedimos que las tierras sean para las mujeres”.
Cada mujer trajo un elemento que es parte del altar como el copal, candelas de colores, verduras, frutas y flores. Las velas se colocaron marcando los puntos cardinales, el blanco hacia el norte que significa la purezañ el amarillo hacia el sur que significa la fertilidad, la semilla y la reproduccion de las mujeres y la naturaleza; el rojo hacia el oriente que significa la sangre de los martires, la gente que ha resistido y ha sido asesinada, y el negro o moreado hacia el poniente, que representa los ancestros, los que ya partieron. En el centro de la compostura se colocaron una candela verde representando la naturaleza y una azul representando el cielo.
El primer día del taller coincidió con la celebración del día internacional de las mujeres, 8 de Marzo. En Honduras existe una tradición de celebración del día de la mujer con eventos en comunidades a nivel local y nacional. Fue entonces muy significativo que este intercambio de conciencia corporal, movimiento somático y rituales en la naturaleza se llevara a cabo específicamente en esta fecha.
El segundo día del encuentro continuamos nuestra exploración de movimiento y rituales en un sitio específico escogido por Murilpaz que permitiera el contacto con la naturaleza. “La isla” está ubicada a una hora de Marcala por carretera sin pavimentar. Es una pequeña área de tierra, por el que pasa un río que forma una poza de agua y una cascada. En este lugar recordamos los movimientos generados el día anterior en este nuevo paisaje, incorporando el elemento del agua y los guacales. Los guacales son unas vasijas ovaladas de origen precolombino hechas de un árbol llamada jícara; se utilizan en Honduras para acarrear agua y otros usos en la cocina y actividades diarias.
Otro elemento que exploramos ambos días, fue el uso de la lengua Lenca. Actualmente existe un proceso de recuperación y revitalización de la lengua Lenca, la cual dejó de hablarse a mediados del siglo XX. Las mujeres jóvenes que asistieron al taller están aprendiendo en la escuela a hablar y escribir una de las lenguas lencas. Animamos a las participantes a que escribieran una frase relacionada con su cultura tanto en español como en Lenca y que incorporaran movimiento en las frases. El proceso fue creativo y lúdico y abrió la puerta a la colaboración entre las mujeres de diferentes generaciones.
Los escenarios del cuerpo y la expresión de la danza se encuentran arraigados a los territorios, a la memoria colectiva, al intercambio entre la tradición y la modernidad, entre las múltiples identidades; la danza continúa produciéndose en las plazas, en los escenarios del cotidiano, y también en lo salones de danza y en los teatros.
Nuestra tarea como artistas escénicos hondureñas es reinterpretar esta riqueza de movimientos, sonidos, rituales, emociones y lenguaje compartirla con otros para motivarlos a que exploren sus raíces y sobre todo aquellas que son menos visibles. No es una tarea fácil pero vale la pena el reto.
Este artículo apareció en la edición de primavera de 2024 de In Dance.
Diana Lara, coreógrafa, bailarina y educadora somática de Honduras, quien actualmente vive en San Francisco, California. Su trabajo coreográfico tiene influencia de danza contemporánea, improvisación de contacto, Body Mind Centering y cultura Latina. Diana crea coreografías que exploran el efecto de la colonización, religión y género en el cuerpo, y que generan rituales para arrancar las capas de opresión. Sus coreografías se han presentado en el Mission Cultural Center for Latino Arts, NohSpace, Dance Mission Theater en San Francisco. http://www.dianalara-somatics.com/
Isadora Paz-Taboada es una bailarina y coreógrafa Honduro-Argentina, co-fundadora de DA escenica, un proyecto colaborativo independiente localizado en Tegucigalpa, Honduras. Ella ha sido una artista residente en ADF Durham, Carolina del Norte, y el Centro Nacional Coreográfico en La Rochelle, Francia. Ella explora narrativas, prácticas y danzas comunitarias promoviendo el cuestionamiento colectivo y el diálogo intercultural a través de la danza y el performance. DA escenica